Debido a su incapacidad para proporcionar una atención segura y eficaz, un centro de atención ha sido sometido a medidas especiales.
La Care Quality Commission (CQC) realizó una visita a la Oakdene Care Home de Sleaford en enero tras recibir quejas.
Según la CQC, la atención, el apoyo y los resultados de las personas presentaban "deficiencias generalizadas y significativas".
La residencia, que actualmente se considera inadecuada, aún no ha respondido a una solicitud de comentarios.
Según la CQC, las quejas sobre la formación del personal, la manipulación y el traslado de riesgo, las barandillas de las camas y la limpieza dieron lugar a la inspección en parte.
Afirmó en su informe que el personal carecía de suficientes instrucciones escritas o formación para llevar a cabo sus tareas de forma segura y que el sistema de alarma de emergencia a veces no se escuchaba.
Además, advirtió que las eslingas de elevación defectuosas podrían lesionar a los residentes y que corrían el riesgo de quedar atrapados en las barandillas de la cama.
Según el informe, las personas corrían el riesgo de contraer infecciones porque el personal no siempre registraba las razones por las que se administraban los medicamentos y el centro no siempre estaba limpio.
Los inspectores observaron una supervisión inadecuada del servicio, así como una falta de respuesta "oportuna y eficaz" cuando se descubrían riesgos.
La CQC informó de que el Oakdene Care Home, anteriormente bien valorado, había contratado recientemente a un nuevo gerente.