The OId Bailey has learned that a sting operation resulted in the capture of a Russian spy at the British embassy in Berlin.
El guardia de seguridad británico David Ballantyne Smith, de 58 años, dio acceso a las autoridades rusas a información clasificada mientras estuvo empleado allí.
El tribunal escuchó testimonios sobre cómo su detención en agosto de 2021 fue posible gracias a dos agentes rusos ficticios que trabajaban de incógnito.
Smith, según la acusación, tenía fuertes sentimientos contrarios al Reino Unido y le pagaban por información.
Smith admitió su culpabilidad de ocho cargos el año pasado, y ahora vuelve a los tribunales para defender sus acciones.
Afirma que, aunque tenía problemas de salud mental y no le pagaban, estaba motivado por una queja laboral.
Cuando fue escoltado a la embajada británica por Smith el 5 de agosto de 2021, un agente encubierto fingió ser un informante ruso "sin cita previa" con el nombre de "Dmitry", según las pruebas presentadas en el Old Bailey.
A continuación, se pudo ver a Smith en el sistema de CCTV grabando el vídeo anterior de Dmitry.
"La defensa alega que, dado que tomó las grabaciones con la intención de transmitir esa información, es consciente de la importancia potencial del incidente de Dmitry, dijo Alison Morgan KC al tribunal.
Se le acercó una segunda agente encubierta que se presentó como "Irina", una oficial de inteligencia rusa.
Irina fue enviada para hacerse pasar por un agente del GRU con el fin de investigar si Dmitry estaba dando al Reino Unido información que podría ser perjudicial para Rusia, según la Sra. Morgan.
En una grabación encubierta, Smith se mostró cauteloso y le dijo a Irina que primero necesitaba hablar con "alguien".
Una carta que Smith escribió a un empleado militar de la embajada rusa en Berlín en noviembre de 2020 sirvió de impulso para la operación encubierta.
Smith, según la fiscalía, favoreció a Rusia y a sus gobernantes a cambio de información y compensaciones económicas.

Afirman que faltaban fondos, incluidas 700 libras (800 dólares) en efectivo descubiertas en su casa de Potsdam.
Smith afirmó que su único objetivo era "incomodar y avergonzar" a la embajada, donde trabajaba desde 2016. Smith negó haber vendido secretos a Rusia a cambio de dinero.
Su contacto intencionado con el Gobierno ruso, que incluía compartir información sensible y confidencial, según la fiscalía, demostraba su deseo de perjudicar los intereses británicos.
Su apartamento fue registrado, y se llevaron documentos de viaje y hojas de papelería de la embajada sin imprimir.
En ese lugar se grabó una bandera de la Federación Rusa, un sombrero militar soviético, un coche Lada de juguete y un perro Rottweiler de peluche ruso con un sombrero militar.
En su taquilla del trabajo se encontró una caricatura del presidente ruso Vladimir Putin sujetando la cabeza de la ex canciller alemana Angela Merkel.
Smith, escocés de nacimiento, fue detenido en Heathrow el 6 de abril del año pasado tras ser extraditado por violar la Ley de Secretos Oficiales.
En noviembre del año pasado, Smith se declaró culpable de ocho cargos presentados en virtud de la Ley de Secretos Oficiales por conducta perjudicial para la seguridad o los intereses del Estado.
El viernes, Smith recibirá una sentencia en el Old Bailey.