Un inesperado santuario de vida salvaje ha surgido donde una vez hubo una brutal guerra entre las dos Coreas.
La zona desmilitarizada (DMZ) de la península alberga extensas llanuras, una vegetación exuberante y especies raras de flora y fauna que prosperan.
Por primera vez, Google Street View es capaz de ofrecer vistas de 360 grados de los alrededores de la línea de control civil, la zona de amortiguación fuera de la DMZ donde las actividades civiles están restringidas.
Estas imágenes forman parte de un proyecto de Google que conmemora los setenta años del armisticio de 1953, por el que Corea del Norte y Corea del Sur se retiraron de la Zona Desmilitarizada (DMZ). Nueve instituciones culturales surcoreanas colaboraron en su puesta en marcha.


Después de que se trazara la línea de demarcación militar el 27 de julio de 1953, se hizo imposible que la gente viajara libremente entre las dos Coreas. La DMZ atraviesa el centro de la península coreana, mide un total de 4 km (2 mi) de ancho y 2 km (1 mi) desde el norte y el sur. La DMZ tiene aproximadamente 1,5 veces el tamaño de Seúl y casi el doble de la ciudad de Nueva York, con 907 kilómetros cuadrados.
Más allá de la línea de control civil, los lugares están prohibidos para los viajeros solitarios, pero son accesibles a través de operadores turísticos autorizados. En la región, Corea del Sur también ha abierto rutas de senderismo.


El Instituto Nacional de Ecología de Corea del Sur calcula que la DMZ alberga actualmente casi 6.200 especies distintas de fauna y flora. En concreto, la zona alberga el 38% de las especies amenazadas de la península coreana. Entre otras, águilas reales, ciervos almizcleros y cabras montesas. Las fotografías de las cámaras no tripuladas dan a estas especies cierta esperanza de futuro.

Los investigadores del Jardín Botánico de la DMZ llevan años realizando estudios a lo largo de la alambrada que rodea la zona. Se dice que en la DMZ hay numerosas especies de plantas exclusivas de la península coreana.

La DMZ sigue teniendo vallas de alambre de espino, señales de advertencia de minas terrestres y los restos de casas destruidas a pesar del vibrante despliegue de vida.
Después de todo, las dos Coreas siguen técnicamente divididas y la guerra no ha terminado oficialmente.