Después de que militantes palestinos de la región dispararan cohetes contra el sur de Israel, el ejército israelí lanzó ataques aéreos en la Franja de Gaza.
Cinco de los seis cohetes disparados desde Gaza al amanecer fueron derribados, según el ejército. Poco después, dos emplazamientos de militantes de Hamás fueron atacados por aviones de guerra israelíes.
Según los informes, nadie resultó herido.
El intercambio se produce después de una incursión israelí en Nablus el miércoles en la Cisjordania ocupada, que se cobró la vida de 11 palestinos.
Tanto la organización militante Hamás, que gobierna Gaza, como la Yihad Islámica Palestina habían amenazado con vengarse.
En lo que afirmaron que era una operación para detener a tres militantes palestinos buscados, las fuerzas israelíes entraron en la bulliciosa ciudad vieja de Naplusa. Sin embargo, pronto se vieron envueltas en un tiroteo con combatientes armados.
Varios civiles, entre ellos tres ancianos, se encontraban entre los fallecidos.
Numerosos heridos, muchos de ellos con heridas de bala, han sido atendidos con dificultad en hospitales locales.
Estados Unidos, que ha estado trabajando para reducir la espiral de tensión, ha declarado que el nivel de violencia es "extremadamente preocupante"