La comisión independiente que investiga los abusos sexuales a menores en la Iglesia católica reveló el martes que hay al menos 4.815 víctimas que tienen documentados casos de abusos.
La comisión, creada por la Conferencia Episcopal Portuguesa para investigar los recientes abusos, afirmó que se trata sólo de la punta del iceberg.
El presidente de la comisión, el psiquiatra infantil Pedro Strecht, presentó el informe y afirmó que su objetivo es "dar voz al silencio" de las víctimas.
Expresó su agradecimiento a las numerosas personas que se pusieron en contacto con el personal para ofrecer su testimonio.
Tienen nombre y voz, declaró.
La comisión registró 564 experiencias de personas que afirmaron haber sufrido abusos por parte de sacerdotes u otros cargos de la Iglesia en total. En el ejercicio, se examinaron casos desde 1950.
La estimación de miles de víctimas adicionales se basa en el hecho de que los testimonios en muchos casos indicaban que otros menores también habían sufrido abusos.
El Sr. Strecht hizo hincapié en el efecto que los abusos tuvieron en las víctimas citando sus testimonios a lo largo de su presentación. Se refirió al "agujero negro" en el que una víctima afirmó haber estado viviendo.
El obispo de Leiria-Fátima, José Ornelas, es el presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa y tiene previsto hablar más tarde.
El domingo, declaró que había recibido el informe "con gratitud" y que se celebraría una reunión especial el 3 de marzo para discutir la mejor forma de hacer "justicia" a las víctimas.
La comisión informa de que 25 casos en total han sido remitidos a los fiscales. Muchos otros casos estaban fuera de plazo.
El informe sugiere, entre otras cosas, que la norma actual que permite a las víctimas de presuntos abusos sexuales a menores presentar una denuncia penal hasta los 25 años, aunque haya prescrito, se amplíe hasta los 30.
