La gente solía venir aquí para recibir asistencia y curación. Sin embargo, la unidad de cuidados intensivos del hospital Iskenderun Devlet Hastanesi quedó reducida a ruinas cuando se produjo el terremoto hace más de una semana.
Los equipos de rescate que se encontraban en el lugar calculan que 300 personas -personal, pacientes y visitantes- estaban dentro. Se desconoce cuántos sobrevivieron.
Al menos porque mucha gente de esta zona ha visto un informe sobre el edificio en la página web del Ministerio de Sanidad, el nivel de rabia va en aumento. "La prueba de resistencia a terremotos dio negativa", dice en rojo.
Salió en 2012. Los lugareños del lugar hablan y comparten información entre ellos sobre los trabajos de reparación que se hicieron, si es que se hizo alguno.
Cuando cayó, la abuela de Alican Kenar y su hermano estaban en el hospital. El cuerpo de su abuela no fue descubierto hasta el martes por la noche, más de una semana después del terremoto.
El Sr. Kenar nos dijo: "Todo esto es culpa de una persona o personas, y del gobierno, por supuesto". "Todo el mundo puede ver que es obvio. Esto es culpa; no es el destino. ".
Mientras los excavadores clasifican el material, otras familias siguen sentadas en la base del yacimiento, cubiertas de polvo.
Las familias nos cuentan que pagaron de su bolsillo el equipo y el combustible para encontrar a sus desaparecidos.
Algunos afirman que nunca se han encontrado con equipos de búsqueda y rescate financiados por el Estado, sólo con equipos de voluntarios. En los primeros días, el Sr. Kenar afirma haber visto a algunos funcionarios, pero eran pocos y estaban mal equipados.
Según el Sr. Kenar, "este edificio estuvo abandonado durante dos o tres días". "Este mundo está increíblemente desorganizado. Si hubiéramos estado preparados, las cosas podrían haber sido diferentes. Deberíamos haber adquirido conocimientos. ".
El equipo oficial turco de búsqueda y rescate, AFAD, llegó mientras estábamos allí, pero fueron recibidos con hostilidad.
Una mujer gritó: "¡Llevamos nueve días esperando aquí!". Cuando el equipo de la BBC abandonó el lugar varias horas más tarde, los representantes de AFAD ya se habían marchado y seguían fuera.
Los trabajadores de recuperación hacen de vez en cuando una pausa en su trabajo para recuperar un bolso y buscar en la cartera algún documento de identidad.
Entonces se oye un grito. Se ha descubierto otro cadáver. Su pulsera del hospital le sirve de identificación. Los rescatadores ven a una familia que corre hacia delante con fotos en sus teléfonos.
Un asentimiento. Es su padre. "Papá, papá", gritan sus hijas mientras se llevan su cuerpo en una bolsa negra.